El estudio está basado en datos oficiales y culmina que 4 de cada 10 jóvenes de entre 25 y 35 años se ven obligados a vivir en la casa de sus padres ante la imposibilidad de llegar a pagar un alquiler.

De hecho en el mismo informe aseguran que la situación es aún peor en el norte del país donde los sueldos son aún peores.

Lo raro es que la cronista insiste en que la derogación de la ley de alquileres generó una mejora en el mercado lo que claramente se contradice con las cifras que están dando. 

Y este cálculo está basado en un alquiler promedio que sería un departamento de dos ambientes por unos 450.000 pesos mensuales. Si a eso hay que agregarle expensas y servicios el mudarse solo resulta prácticamente imposible con un sueldo promedio.