"Equivocarse de cajero o simplemente utilizar otro de otra red u otro banco en el que uno tiene radicadas sus cuentas puede costar enfrentar minutos después un débito por hasta 16 pesos", aunque parezca una broma del diario La Nación, la información es real.

Con el permiso de suba de las comisiones que otorgó el Banco Central, el uso del cajero automático de otra entidad que no sea la propia puede costar hasta $ 16. Vale aclarar, que la excepción rige para la de las cuentas sueldo.

En la mencionada nota de "La Nación", ese riesgo "lo enfrentan casi a diario unas 20 millones de personas que usan tarjetas de débito para hacer retiros de cajeros en caso de que, por comodidad, distracción o simple necesidad, usen el plástico para hacer retiros de ATM de otros bancos u otras redes que no son los propios".

Esquema, fuente La Nación.

El nuevo costo, aparte de ser aplicado en el instante, es coincidente con los gastos ocultos que muestra luego el resumen de la cuenta bancaria. Dichos gastos son débitos y comisiones que para la gran mayoría de los consumidores son desconocidos y que, como aparecen en las constancias bancarias, prácticamente no queda más opción que pagarlos.

A este problema se agrega que los clientes sufren el desabastecimiento constante de dinero en los cajeros. Las entidades invocan limitaciones para cargarlos al no contar con billetes de mayor denominación aún y en un contexto de alta inflación o, al funcionar con problemas algunas de las redes.

El BCRA adelantó que "habrá mayor competencia entre bancos y será más fácil migrar de una entidad hacia otra con mejores condiciones". Las medidas fueron dispuestas mediante las comunicaciones "A" 5927 y 5928, mediante las cuales el BCRA "redobló su apuesta a favor de la bancarización reglamentando la gratuidad de todas las cajas de ahorro, incluyendo el uso de su correspondiente tarjeta de débito".

Cabe recordar que, por otra parte, hay un grupo de usuarios de servicios bancarios que el Banco Central los considera para las llamadas cuentas sueldos. Se trata de los clientes que tienen tarjetas de débito no vinculadas con cuentas salario (hay 9,1 millones de ellas con acceso universal y gratuito a cajeros asegurados por ley) y no incluidos en algún tipo de paquetes que contemplen la posibilidad de usar, al menos algunas veces, otros cajeros.