No es Michael Jordan. Ni Larry Bird. Tampoco Magic Johnson. Sin embargo este muchacho, pese a no ser una leyenda de la NBA, merece una distinción por su enorme logro. ¿Qué hizo? Embocó la anaranjada desde una altura de 165 metros.

Con igual cantidad de precisión y calidad, el joven en cuestión no tuvo nervios pero sí la mente en frío para lograr semejante logro. La apertura del plano de la cámara nos permite observar que este triple no está trucado. ¿O vale más que tres puntos?