Obviamente la historia fue musicalizada con “Muchachos” y muestra a esta abuela que decidió cumplir con su promesa mundialista y se tatuó una araña con las tres estrellas en su antebrazo.

La abuela adelantó que si la veían llorar no era de dolor sino de emoción y terminó deseando que el video le llegara a Julián para que viera lo que hizo por él.

En seguida el video tuvo miles de reproducciones y es bastante probable que finalmente llegue a ojos del destinatario original de este tatuaje que quedará por siemrpe en el antebrazo de la abuela.