Si se lo mide en función del resultado, la victoria ante Cheetahs representó un nuevo paso al frente para los Jaguares. En el rendimiento, en cambio, la franquicia sufrió un leve retroceso en relación con el avance que había mostrado partido a partido en las tres primeras fechas del Super Rugby 2017.

El punto bonus conseguido en la última acción del partido terminó siendo un reflejo de la superioridad y solvencia que evidenció el equipo argentino en la primera mitad. La buena defensa ante un rival que demostró buenas intenciones pero escasa capacidad de ejecución, compensó la apatía del segundo tiempo y aseguró la victoria, que gracias a dos tries en los últimos cuatro minutos terminó siendo holgada: 41-14.

Los primeros 40 minutos parecieron una extensión del partido ante Lions. Los forwards de los Jaguares sometieron al pack rival y los tres cuartos definieron los ataques en los que la pelota se trasladó con paciencia. Así marcó tres tries de gran factura.

Sólo el exceso de penales (13 en total) le daba aire a Cheetahs, que sólo así se acercó al in-goal rival, vía por la que llegó dos veces al try. El segundo, en un momento en que los visitantes dominaban aunque sin desbordar y los Jaguares parecían haberse olvidado de sus principios y cedían la posesión con facilidad.

Con uno menos por una nueva amonestación (a Santiago González Iglesias por un tackle alto), la sexta en cuatro partidos, los Jaguares sacaron lo último de sí y consiguieron dos tries más para sumar de a cinco y devolverle la sonrisa a los 9974 espectadores que llegaron al estadio de Vélez Sarsfield y ya comenzaban a impacientarse.

Queda mucho por mejorar (además de lo mencionado, las formaciones fijas siguen siendo muy deficientes), pero los Jaguares volvieron a demostrar una solidez que en 2016 estaba ausente. Con tres triunfos en cuatro partidos que los colocan entre los líderes de la Conferencia Sudafricana (primeros con 14 puntos, al igual que Lions, uno más que Stormers que tiene un partido menos), será más fácil construir para pelear por los playoffs.

El sábado, los Reds australianos visitarán Buenos Aires y plantearán un desafío mucho más exigente.

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