Un Boca sin conducción
Las segundas partes nunca fueron buenas. Tachada esa frase, habrá que coincidir en que el tercer ciclo de Carlos Bianchi no es para nada bueno. Más allá de los fríos números y la estadística, el nivel futbolístico del equipo nunca apareció. Boca juega mal.
Cualquier otro técnico hubiese tambaleado luego de la derrota ante Rafaela en La Bombonera tras un inicio de campeonato con tres puntos sobre nueve y con la eliminación de la Copa Argentina a cuestas.
Si vamos más atrás aun, creo que pocos técnicos hubieran sobrevivido a una derrota 6 a 1 ante San Martin de San Juan como lo hizo Bianchi. Está más que claro que el ‘Virrey’ sigue en el banco de Boca por el peso de la historia, que es innegable. Como también es indiscutible que nadie le puede exigir que dé un paso al costado. Por eso espero que a ningún dirigente se le ocurra insinuar que el DT más ganador de la historia del equipo más campeón de la Argentina debe dejar de ser el entrenador de Boca.
Hechas estas aclaraciones sobre Bianchi y el nivel del equipo en su tercer ciclo, me gustaría ahondar sobre la conducción del equipo. Seguramente la excusa de una dirigencia que se empeña en poner en duda a cada uno de los ídolos sin ejercer una mínima autocrítica será que al ‘Virrey’ lo pidió la gente. Quizás Angelici y compañía no sepan (por desconocimiento de la idiosincrasia del club más grande de América y su gente) que el hincha de Boca jamás va a pedir que se vaya Bianchi.
Al ‘Virrey’ lo utilizaron, lo llamaron para calmar a las aguas, ¿O me van a decir que el equipo subcampeón de la Libertadores lo desarmó él? Acaso Sebastián Sosa, Roncaglia, Clemente Rodríguez, Erviti, Somoza, Riquelme y Silva, por citar algunos casos, dejaron el club por decisión del ahora DT. Todos los mencionados anteriormente se fueron libres. Si, libres. A Boca no le quedó un peso y reforzó clubes que compiten directamente con el ‘Xeneize’. Aceptar futbolistas de la talla de Pérez, Grana ó Trípodi, es responsabilidad de la dirigencia del club. De hecho, está comisión encabezada por Angelici se jactó de implementar una Secretaría Técnica que hoy por hoy le cuesta a Boca 6 millones de pesos por año sin contar las comisiones que recibe algún representante amigote…
Evidentemente los problemas externos del club se van metiendo adentro de la cancha. Una dirigencia “marketinera” y cuasi amateur que decide a quien darle una nota, o a quien dejar preguntar, no está a la altura. Bianchi les dejó un mensaje a sus jugadores la semana pasada en el vestuario, en medio del duelo con Belgrano: “Esto es Boca carajo”, les dijo. Ayer el ‘Virrey’ le pidió perdón a los hinchas. Bianchi sabe qué es Boca, y también que los resultados son malos. Sería bueno que la actual conducción entienda lo que es Boca. Probablemente sea difícil, el hincha de Boca no se hace, hincha de Boca se nace.