Papá 2014. ¡Qué hermoso año! Cerramos este calendario amargándolos en las ocho veces que nos enfrentamos con un triunfo histórico y una fiesta inolvidable. La verdad que fue un partido de película. Penal en contra a los ¡15 segundos! Nadie entendía lo que estaba pasando. Rojas se pegó una siesta increíble y lo madrugaron de la peor manera. Pero al igual que el semestre pasado, nuestro arquero lo salvó con una atajada histórica. Ayer Chichizola, hoy Barovero. ‘Trapito’ fue Fillol y Amadeo juntos, y se redimió para siempre de los errores que tuvo en el pasado. ¡Gracias, ‘Trapo’!

Es cierto que hemos criticado en más de una vez a la dirigencia por la poca cantidad de refuerzos, pero vaya si hicieron negocio por ese que trajeron. Leonardo Pisculichi, ¡bendita sea tu zurda! La calidad que tiene este pibe es una cosa de no creer. Cuando todo era nerviosismo y apuro, él simplemente abre el pie y la pone al lado del palo. Orión ni llegó a reaccionar. Un gol con el sello de River. Un gol que vamos a gritar y se lo vamos a recordar por muchos años a los frustrados ‘primos’.

Un primer tiempo muy mal jugado y repleto de impresiones. Muchas de ellas llamativas. La pelota estuvo más tiempo brincando en el aire que al ras del piso. Atrás estábamos mal y nos llegaron varias veces. Pero del #NoFueCórner al #NoFueOffside. Sus quejas y lágrimas las capitalizamos para burlarnos y chicanear a los ‘chanchos’. Otro sello de este esplendoroso año.

El segundo tiempo fue todo nuestro. Fuimos más sólidos en el fondo y prácticamente el enorme Barovero no tuvo que intervenir. En varios contragolpes podríamos haber estirado la diferencia. No les hicimos uno o dos goles más por falta de eficacia y apuro en la definición. En otras palabras,  les hicimos precio a los azul y mostaza.

Tanto hablaban de nuestras plumas, pero en los momentos determinantes los que arrugaron fueron ellos. Vean sino a los Gagos, Chávez, y Gigliottis. Como se enfriaron, muchachos. ¿Se habrán intimidado por el grandioso marco del Monumental?

Partidazo del señor Teófilo Gutiérrez. Vivo, astuto y corajudo. El colombiano jugó como hay que jugar los clásicos. Es el distinto y lo demostró en la cancha. Aguantó la pelota, la pisó, se la dio siempre a un compañero y no la perdió casi nunca. En los minutos finales, la pidió e hizo expulsar a su capitán.

Todo el equipo tuvo una gran entrega y lo ganó con garra, corazón y fútbol. Lo ganó también por Marcelo Gallardo, en las horas más difíciles del ‘Muñeco’. Y por supuesto, lo ganaron también para nosotros, los hinchas, quienes no paramos de gozar y disfrutar esta eliminación histórica. No había cansancio, desgaste ni dolores en el partido de anoche. Tampoco había un mañana. Era lo que habíamos esperamos durante una década y había que ganar o ganar. Nunca perdimos la fe en este equipo y estos jugadores, que tantas alegrías nos están dando últimamente.

Te sacamos a bailar en la playa, la sierra, la montaña, de día, de noche, con lluvia, con sol, en tu cancha, en nuestra casa, hasta en México. Te gozamos todo el año. Lo dijo Ramón en el amanecer de este 2014: “Va a ser duro para Boca”. Y vaya si lo fue. Que aprovechen Precios Cuidados para comprar carilinas.

Con la satisfacción de ya haber salido campeón y cumplir este año, ahora vamos por todo. ¡Gracias campeón por otra alegría!