El Real Madrid avanzó este martes a su primera final de la Liga de Campeones europea en 12 años al golear por un claro 4-0 en su visita a un Bayern Múnich que recibió una auténtica lección.

La Liga de Campeones mantuvo así su curiosa maldición: el campeón nunca pudo revalidar su título. Esta vez lo evitó un Real Madrid monumental que solucionó la vuelta de las semifinales en poco más de media hora para dar un penúltimo paso hacia su soñada décima Copa de Europa. A cambio, el Bayern quedó fuera por un global 5-0.

El partido tuvo un desarrollo insospechado. Cuando todos esperaban un duelo parejo y lleno de emoción, el Real Madrid lo fulminó en poco más de media hora. Justo el tiempo que tardó en marcar tres goles para dejar congelado el infierno de Múnich. Ya al final llegaría el colofón de Cristiano Ronaldo, que hizo un "doblete". El otro lo firmó Sergio Ramos.

El equipo ‘blanco’ llegó a Múnich con varias estadísticas demoledoras. Por ejemplo, 19 derrotas, seis empates, dos victorias y 63 goles en contra en sus visitas a Alemania. Y nunca había ganado en la casa del Bayern.

Hoy destrozó todos los números con una auténtica exhibición ante un rival desnaturalizado. Y, por contraste, propuso una nueva estadística: nadie eliminó sucesivamente en Liga de Campeones a tres equipos de un mismo país. En este caso fueron Schalke 04, Borussia Dortmund y Bayern.

El técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, dio una lección a su homólogo del Bayern, Josep Guardiola. El italiano no se guardó nada y salió con todo. Pero más que eso fue la disposición y ambición de la propuesta. Supo mezclar buen control del balón con letales contraataques. Ante eso, el Bayern pareció tan desconcertado como su entrenador.

El conjunto alemán salió con Thomas Muller como segundo delantero y dejó al creativo Mario Gotze en el banco. En pocos minutos se vio el error de la decisión, ya que al Bayern le faltó imaginación y verticalidad para romper la extraordinaria defensa de su rival. El resto lo hizo el talento de los ‘blancos’ y la lentitud y distracciones de la zaga local.

Los dos primeros goles llegaron a los 15 y 20 minutos. Fueron muy parecidos: ambos a pelota parada -uno en saque de esquina y otro de falta- y ambos encontraron el mismo rematador, Sergio Ramos.

Desactivado por completo el Bayern y con la defensa –arquero incluido- temblando como una hoja, el Real Madrid jugó a placer con el muñeco de trapo que tenía delante. Así, firmó una obra maestra del contraataque a los 34 minutos. Karim Benzema combinó con Gareth Bale, el galés cedió a Cristiano Ronaldo y éste marcó con toda tranquilidad.

Antes del descanso, el Real Madrid sólo tuvo que lamentar un suceso que sólo el tiempo mostrará si es mayor, como parece ahora, o menor: una tarjeta amarilla a Xabi Alonso que le impedirá jugar la final de Lisboa. Lo que sí celebró es un resultado que nadie imaginaba una hora antes.

El Bayern comenzó la segunda parte con Javi García en lugar de Mario Mandzukic. De alguna forma, Guardiola reconoció un error de planteamiento. Demasiado tarde.

El Real Madrid no quiso hacer sangre y su principal interés pasó a ser dejar pasar los minutos sin meterse en líos, evitando fricciones y posibles tarjetas. Mientras, el Bayern continuó con el mismo juego monótono, cansino, tan académico como superficial. Y ni rastro del clásico empuje alemán.

El primer disparo del Bayern entre los tres palos no llegó hasta la hora de partido, con un lanzamiento de Ribéry que atrapó Casillas. En el partido de ida, éste no llegó hasta cinco minutos del final.

Ancelotti dio por sentenciado el choque a 15 minutos del final, cuando quitó del campo a Ramos, avisado de sanción. Él fue el hombre que enseñó a su equipo el camino a Lisboa y sus compañeros lo siguieron.

El colofón blanco llegó en el último minuto con una falta de Cristiano Ronaldo. Fue su decimosexto gol en Liga de Campeones, récord absoluto. Así se completó la mayor goleada recibida por el Bayern en casa en toda la historia de la Liga de Campeones.

El golazo de Cristiano:

El Real Madrid pasó a la final con una exhibición ante un Bayern Múnich que no repetirá el "triplete" del pasado año. Mientras Guardiola aguarda un aluvión de críticas, Ancelotti prepara la final, que será su cuarta. Y seguramente con su equipo como favorito, según se vio en Múnich.

Formaciones:

Bayern Munich: Manuel Neuer; Philipp Lahm, Dante, Jérome Boateng, David Alaba; Javi Martínez, Bastian Schweinsteiger, Toni Kroos, Arjen Robben, Franck Ribery; y Mario Mandzukic. DT: Josep Guardiola.

Real Madrid: Iker Casillas; Daniel Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Fabio Coentrao; Gareth Bale, Xabi Alonso, Luka Modric, Ángel Di María; Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. DT: Carlo Ancelotti.

Estadio: Allianz Arena

Árbitro: Pedro Proença (Portugal)