El país futbolero no toma la real dimensión de la lesión de Agüero. Por las descollantes actuaciones de Messi, y porque el 'Kun' no aportó mucho en los tres partidos.

Con la salida del delantero del City, se acaba el principal debate en torno a la selección -luego de la inclusión o no de Tévez-, de si jugar o no con los "cuatro fantásticos" de entrada en los partidos de segunda ronda del Mundial.

Ahora bien, se abren otras preguntas: ¿qué sistema se debe usar ante dicha ausencia? ¿Es Lavezzi su reemplazante natural? ¿Con el 'Pocho' haciendo el trabajo de retroceso por la derecha, alcanza para compensar un equipo que no tiene equilibrio?

Alejandro Sabella antes de la Copa anunció que tenía un sistema táctico madre, y dos opciones más. Esto es: el 4-3-3, el 5-3-2 que uno cree no volverá a ser utilizado, y un 4-4-2.

No es la idea de esta nota augurar qué sistema utilizará en el próximo partido ante Suiza de los octavos de final. En cambio sí, presentar qué variantes ofrece cada uno y los nombres que se utilicen para llevarlo a cabo.

La primera opción es que Sabella se decida por Lavezzi como único cambio, y que lo haga atacar por derecha, bien abierto. Una: para hacer el tándem con Zabalaleta -para eso dijo que lo incluyó ante Irán-, y en el regreso seguir la marca de Rodriguez, el lateral izquierdo de Suiza.

La pregunta es si eso alcanza para que a Zabaleta, como en el primer gol de Nigeria o en el gol de Bosnia, no le hagan el 2-1 y el lateral del City deje de sufrir.

Con Lavezzi, Argentina ganó en movilidad, Higuaín quedó como centro delantero, y eso es bueno para el 'Pipa', que no está en su mejor condición física. Sin actividad desde el 3 de mayo -fecha en que se lesionó jugando para Nápoli-, trabajar sólo de '9' le vendrá bien al delantero y al equipo.

Y Messi ¡lo más importante!, contará con tres referencias bien claras al encarar a la espalda de la línea de medios rival: a la izquierda Di María, adelante el 'Pipa' para pivotear -como en el golazo contra Bosnia-, y Lavezzi bien abierto a la derecha, como en el agónico tanto ante Irán.

O sea, cuando Argentina marque y retroceda, el equipo podría quedar parado con un 4-4-1-1. Esto es, en el medio con Lavezzi, Gago, Mascherano y Di María (de derecha a izquierda), más Messi suelto con el cinco rival e Higuaín entre los centrales.

El antecedente señala que en los partidos amistosos que Argentina jugó ante Suiza, Sabella utilizó un 4-4-2, claro que con mediocampistas y no con tres delanteros que hagan las veces de extremos por derecha.

Un sistema así, clásico, requeriría del ingreso de un Augusto Fernández o Enzo Pérez -el cronista lo prefiere, porque puede ir como delantero, tiene dinámica y gol-, aún sin minutos en este Mundial.

¿y 'Ricky' Álvarez? El otro día el DT lo usó de Messi, suelto, aunque bien puede jugar por izquierda. En ese caso Di María, como en Real Madrid, jugaría por derecha.

Para el cronista, la pregunta, más allá del sistema, es si el entrenador volverá a incluir entre los titulares a su hombre de menor rendimiento: Federico Fernández ¿No es hora de Demichelis o Campagnaro allí? Hombres más fuertes y precisos en la marca, y que harían sentir con más confianza a Zabaleta.

Sin dudas el derecho es el sector más endeble de la selección, y el que eligen los rivales para atacarnos. El entrenador lo sabe mejor que nadie, y los jugadores también. Entenderán esta vez, si hay cambios para reducir el margen de exposición al que queda la defensa. Porque a partir de ahora, un error te deja afuera, te despierta del sueño.