El delantero de tan solo 20 años, pertenece a Manchester United pero fue cedido a Brighton And Hove Albion, festejó hasta tarde el año entrante y al día siguiente fue a jugar el encuentro entre su equipo y el Wolverhampton, donde tuvo que pagar las consecuencias.

Wilson se comenzó a sentir mal estando en el vestuario y a poco del pitazo inicial vomitó frente a las cámaras. La imagen se viralizó en las redes y se habla de que el jugador habría tomado alguna copa de más en los festejos del 31.