Diego Korol tocó una tecla que el resto no logra accionar cuando está mano a mano con Lionel Scaloni: su sensibilidad. A ella llegó luego de ir al pueblo donde nació y vivió hasta que el mundo del fútbol lo llevó a Rosario, donde debutó en Newell's.

En Pujato, estuvo en la escuela 227, donde estudió el seleccionador nacional, y los alumnos le mandaron mensajes desde los patios del establecimiento.

Y al ver las imágenes, a Scaloni le costó aguantar las lágrimas.