El último domingo, durante el encuentro entre Corsarios y Aguará Guazú, por el torneo Regional Desarrollo que organiza la Unión de Rugby de Tucumán, Daniel Contreras fue víctima de una salvaje agresión por parte de un jugador rival.

Al rugbier le arrancaron una parte del dedo meñique de la mano izquierda de un mordiscón. "En los 29 años que llevo jugando al rugby nunca vi algo igual", expresó el jugador, todavía sorprendido por lo sucedido, de acuerdo con la agencia de noticias Télam.

"Yo no soy ninguna 'Carmelita Descalza', pero nunca se me ocurriría hacer algo así", señaló Contreras y sobre el agresor, de quien aún no trascendió el nombre, agregó: "Quiero creer que el chico no tuvo la intención de hacer tanto daño”.

Según el relato de la víctima, la agresión se produjo luego de un ‘ruck’, cuando ambos cayeron, ya que al levantarse advirtió que le faltaba un pedazo de dedo. "El árbitro me pidió que salga de la cancha para que me atendiera el médico del club”, recordó.

Contreras recuperó el pedazo del dedo meñique de la mano izquierda pero los médicos que lo atendieron en un sanatorio de la capital tucumana le dijeron que no podían realizar el injerto porque la pieza había estado en la tierra y podría haberle entrado alguna bacteria.

Al respecto, la Unión de Rugby de Tucumán emitió un comunicado repudiando la agresión y señaló: "Hechos como este no tienen ninguna relación con el espíritu y los valores que pregona nuestro deporte y por eso afirmamos que deben ser erradicados".