River se planta ante la AFA: “total rechazo” al ingreso de las sociedades anónimas al fútbol argentino
El club de Nuñez emitió un comunicado en el que explica por qué los socios deben manejar los destinos de los clubes. E instó a que el resto de las entidades se sumen a River, San Lorenzo, Racing en el rechazo a la SA.
De cara al próximo 22 de noviembre, fecha en que la AFA convocará a una asamblea extraordinaria con el objetivo de votar una modificación del Estatuto para le ingreso de los activos privados, River plantó bandera.
En un comunicado en su sitio oficial, el club de Nuñez rechazó -como lo hicieron este jueves otros tres clubes- de plano el ingreso de las sociedades anónimas al fútbol argentino y ratificó su postura de estar a favor de la figura de asociaciones civiles sin fines de lucro.
Tal se explica, así lo definió su Asamblea de Representantes de Socios, en forma unánime y por aclamación.
Así, River no solo se manifestó en contra sino que instó al resto de los clubes a defender el modelo bajo el cual fueron concebidos al remarcar que son los socios los que deciden los destinos de la institución que aman.
Lo más importante del Comunicado
Entendemos y concebimos a nuestros Clubes como entidades que han cumplido desde su fundación un rol social central en nuestra sociedad, subsidiarias del Estado, brindando el ámbito donde se realizan actividades físicas, deportivas, culturales, sociales y educativas.
La educación y la salud no son inversiones rentables en pesos, son inversiones tendientes a formar ciudadanos capaces y sanos para desempeñarse en su vida presente y futura.
Un balance en cero es un buen balance para una entidad sin fines de lucro: significa que ha administrado bien sus ingresos-egresos y ha distribuido su superávit en beneficios y servicios a los socios.
Un balance en cero es un mal balance para una entidad lucrativa, porque significa que no ha ganado dinero, que es el último fin de sus socios accionistas.
La transformación de los Clubes hará posible caer en manos extrañas al socio el manejo de lo que les pertenece, impidiendo la participación democrática del mismo y dejando las decisiones en manos de inversionistas ajenos a la misión y visión que en los estatutos se expresa.
No es lo mismo un Club donde el socio es parte de la Asamblea de Representantes como órgano soberano que un Club manejado por decisiones tomadas en una reunión de directorio.
Es más, nada impide que un simpatizante de un club pueda ser accionista controlante de un Club rival, por el solo hecho de aportar dinero y viceversa, o que alguien sea accionista de varios clubes sin siquiera simpatizar con los mismos.
El problema de las sociedades anónimas