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River y Gallardo se refundan. La temporada comienza con un título internacional, el décimo de River. Y el quinto del 'Muñeco' en dos años: esta segunda Recopa Sudamericana, se suma a la Libertadores 2015, la Suruga Bank del mismo año y aquella Sudamericana 2014 donde empezó todo. 

Todo es esta manera de jugar que le imprimió Gallardo a su River. Más allá de los sistemas tácticos, a saber, tres o cuatro distintos desde que él asumió. Su equipo muestra decisión, una intención de juego y una manera de buscar el arco rival, con aquella máxima que pregonaba Menotti: "Hay que ser ancho para ser profundo". 

Pero también con el axioma bilardista de que cuando se pierde la pelota todo el equipo debe tener una función en la recuperación de ella. Y así pudo verse este jueves a D'Alessandro, Pity y Nacho pasar la línea del balón para ayudar en la contención a Ponzio. 

Ante Independiente Santa Fe, River por momentos fue el equipo que pretende Gallardo: tenencia de pelota, profundidad, voracidad. Basta con ver la manera en que consigue la pelota en la jugada previa al gol de Driussi a los tres minutos. 

Asfixiante presión en la salida para forzar el error y rápida salida en ataque -si hasta en la cámara se ve a Casco pasar por izquierda-, hasta la falta que le comenten a Alario. Y la rapidez con que se realiza el tiro libre de apertura para Martínez, centro y dos nueve en el área. A Alario la pelota lo pasó pero llegó Driussi para el anticipo ofensivo. 

El conjunto colombiano se vio desbordado en esos primeros minutos y cuando reaccionó, sobre el final del primer tiempo, apareció el arquero Batalla ante dos remates de media distancia y la voz de mando de Maidana y Mina para cerrarse al borde del área. 

En el complemento, los dirigidos por Gustavo Costas arriesgaron con la salida del Pelado Pérez, pero a los cinco minutos se encontraron con otro gol en contra. Que otra vez llegó por la ejecución rápida de un tiro de esquina, y claro, un maravilloso enganche y centro de Andrés para que Maidana la baje de cabeza y Alario diga presente, como en cada final. 

A partir de allí, pareció que el partido se terminaba pero los colombianos, fuertes en la pelota parada, descontaron al promediar el segundo tiempo. 

A los 24 minutos, Gallardo oxígeno al equipo con los cambios ¿En defensa?, no, en ataque. El pibe Andrade y el jovato Alonso por D'Alessandro y Driussi. Frescura en la conducción y dos nueve de área por la pelota parada. 

Casi diez minutos más tarde otra modificación: Mora por Pity Martínez. Ve que a Gallardo no le importa el puesto del jugador sino qué función cumple. River debía defender un resultado y sumaba delanteros. 

Solo una pelota más debió defender tras un centro. Y en cambio, desperdició algún contragolpe mal manejado y estrelló un remate en el travesaño. 

Final y festejo, en un Monumental otra vez exultante, como en las mejores noches de Copa. Y eso que este trofeo no lo trabajó ni lo sufrió tanto como la Sudamericana y Libertadores -solo fueron dos partidos-. 

Décimo título para River y quinto para Gallardo, que hace méritos para pelear el podio con los entrenadores más ganadores y carismáticos de Nuñez. Sí, con Angelito y Ramón.

Empezó la temporada y este equipo y su DT apenas si están en etapa de refundación. El cartel, en vez de campeón, podría rezar: "Cuidado, hombres trabajando". 

Formaciones:

River: Augusto Batalla; Jorge Moreira, Jonatan Maidana, Arturo Mina y Milton Casco; Andrés D´Alessandro, Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández y Gonzalo Martínez; Lucas Alario y Sebastián Driussi. DT: Marcelo Gallardo.

Independiente Santa Fe: Robinson Zapata; Carlos Arboleda, Horacio Salaberry, William Tesillo y Dairon Mosquera; Juan Daniel Roa, Yeison Gordillo y Cristian Borja; Omar Pérez; Jonathan Gómez y Humberto Osorio Botello. DT: Gustavo Costas.

Árbitro: Víctor Carrillo (Perú).

Estadio: River Plate