Luego de una semana tumultuosa donde el presidente de River hizo todo lo posible por dejar en claro que Ramón Díaz no es el DT que él quiere y donde, además, el riojano recibió una ola de críticas por la derrota con All Boys, el 'Millonario' mostró la otra cara de la moneda y -como es costumbre a lo largo de este ciclo- ganó en el Monumental.

En un primer tiempo donde River no supo qué hacer con la pelota o sin ella, el 'Keko' Villalva sorprendió a toda la defensa de Lanús y a las miles de almas presentes con una jugada de otro partido, y por qué no, de otra época, de otros tiempos del fútbol argentino. Fantasía, potrero y magia. Todos esos bellos condimentos tuvo el control-sombrero del petiso para luego servirle el gol a Cavenaghi. Precisamente, el 'Torito' respondió al reclamo público de Ramón, quien en la semana le exigió marcar más goles.

Para aquellos resentidos que dijeron que fue "de suerte", en la segunda mitad el correntino le dio otro mazazo al partido. De un contraataque liderado por el 'Lobo' Ledesma (no es joda) nació el segundo gol del 'Millo'. A pesar de su discutible posición, el 'Keko' dibujó otro hermoso gol con la calidad típica de los talentos que surgen de Núñez. ¡Vaya si aprovechó su oportunidad de mostrarse!

La actuación del diminuto delantero le abre un interrogante al entrenador para jugar ante el rival de toda la vida. ¿'Teo' o Villalva para ir a la Bombonera? ¿Villalva o Lanzini? O finalmente, ¿'Teo' o Lanzini? El tridente de Ramón se ve amenazado por primera vez en el torneo y en un momento trascendental para el equipo. ¿Por quién se decidirá el DT? La calidad del colombiano es innegable. A pesar de su flojo presente, 'Manu' cumple con otra función además de la ofensiva. Mientras que la velocidad y explosión del 'Keko' podría ser determinante en el segundo tiempo. Así lo veo yo.

El hincha de River necesita y merece una victoria ante Boca en un campo donde no ganamos hace diez años. Llevamos una década tratando de ver once jugadores con valor y los testículos suficientes como para plantarse y soportar la presión de jugar en terreno enemigo. No vamos a aceptar excusas ni nada por el estilo. Llegó el momento de dar el salto de calidad, traerse los tres puntos de la Bombonera y pelear en serio el campeonato.