La irregularidad de la que hablamos el pasado domingo volvió a decir presente ayer en Victoria. River fue dueño de la pelota pero no supo qué hacer con ella. Ante un equipo que se defiende muy bien -le hicieron un solo gol en el campeonato-, el equipo de Ramón jamás le encontró la vuelta al partido.

Lo preocupante fue la falta de profundidad, ya que la tenencia sin llevar peligro al arco rival se vuelve monótona y de poco sirve. En esta clase de partidos, al 'Millo' le falta un delantero que se faje con los centrales rivales en el corazón del área, se lleve marcas y genere espacios. Es por ello que el cambio de Simeone por Menseguez se hizo desear mucho tiempo antes.

El 'Rayo' le marcó seis goles a Tigre con la camiseta de San Lorenzo. Ayer, fue el mejor defensor del 'Matador' al interrumpir el gol que iba a marcar Lanzini en el primer tiempo. Cosas que tiene el fútbol...

Otro error que reiteramos en los últimos partidos fue la poca asociación y el mal uso de las bandas, situaciones alejadas de lo que históricamente fue una marca registrada en los equipos del riojano. Por la derecha, Mercado no pasó casi nunca y Carbonero hizo lo que pudo. Por la izquierda, nadie hizo el 2-1 con Vangioni. Mediando el segundo tiempo, Ramón entendió que había que explotar más esa zona y metió a Ferreyra por Rojas.

Por la carencia ofensiva de Tigre, River prácticamente no sufrió defensivamente. Salvo un milagroso cruce de Ramiro Funes Mori -me animo a decir que fue lo mejor que hizo desde que juega en River-, el arco de Barovero no tuvo acciones de peligro.

En definitiva, este fue un empate que resta y nos pone un freno en la lucha por el torneo Final. River debe imponer sus condiciones en cualquier cancha y con su estilo ser profundo y ganar partidos cerrados como el de ayer.

El próximo rival será Arsenal en el Monumental, uno que no hará un planteo muy distinto al de Tigre en su cancha. A no cometer los mismos errores River...