La convicción, la personalidad, la humildad y la categoría de estos jugadores nos regalaron un nuevo título internacional. Para tomar dimensión de los logros que está consiguiendo este grupo, es la segunda Copa (de las importantes, claro) que se suma a nuestras vitrinas en sólo dos meses. Además, fue la primera que el ‘Millonario’ obtiene en condición de visitante. Datos que hablan por sí solos del equipo del ‘Muñeco’.

La segunda final se presentó favorable para el campeón, que supo aguantar con mucha experiencia los primeros minutos, en los que el conjunto local empujó con más ganas que fútbol. Con el correr de los minutos, comenzó a emparejar el juego, dominar gracias a su funcionamiento y llegar al arco de Torrico.

Al igual que el año pasado, nos hicimos fuertes en campo rival y tuvimos puntos muy altos en todas las líneas. El equipo demostró que todo lo que se habló en el verano fueron palabras sin sentido y expuso a aquellos que quieren ver caer al ‘Más Grande’. También demostró que le sobra carácter, es copero y que sabe jugar finales.

Y como todo equipo campeón, necesita de un arquero de nivel y jerarquía. Así es que cada vez que lo exigieron, ‘Trapito’ Barovero respondió con creces. Atajando pelotas en la línea, tapando mano a manos, cortando centros y, sobre todas las cosas, exhibiendo su ya típica seguridad y tranquilidad abrumadora.

Ya que destacamos a nuestro arquero, bien podríamos hacer un párrafo aparte de Carlitos Sánchez. Es una máquina el uruguayo. Empieza y termina jugadas. Tira el centro y tiene aire para llegar al área y tomar el rebote de su propio lanzamiento. Este es apenas un detalle de todo su repertorio. Corre, mete, juega, hace goles y expulsa rivales. Un jugador de primer nivel mundial, y lo disfrutamos nosotros.

Rojas la rompió. Kranevitter, Teo y Pisculichi de a poco se parecen más a los del 2014. Mora volvió a aportarle muchísimo al equipo con su sacrificio y su despliegue. Mientras que la defensa no tuvo la solidez que nos tiene acostumbrados.

El balance es más que positivo: comenzamos este año de la misma manera que terminamos el pasado, levantando una Copa. Le estamos tomando el gustito a ganar y ganar, algo para disfrutarlo en grande ya que sabemos bien que poco tiempo atrás era todo oscuridad para nosotros.

A seguir pensando en grande ‘Millo’, que este año tenemos grandes desafíos. Y que los otros, desesperados y muy necesitados de un triunfo, sigan festejando un amistoso…