Momentos antes de comenzar el duelo, Marcelo Gallardo era consultado sobre las dificultades de jugar en una cancha de dimensiones chicas como la de Rafaela. Y el técnico de River, con la tranquilidad y la palabra justa de siempre, respondió: “Tendremos que adaptarnos”. Esa adaptación nos costó 45 minutos y la pagamos con un gol.

Luego de un fugaz arranque a toda máquina, donde tuvimos dos situaciones en tres minutos, River sufrió el primer tiempo. No podía hacerse dueño ni encontrar la pelota, que en la mayor parte del tiempo andaba dando vueltas por el cielo de la ciudad santafesina. Por momentos parecía un partido de fútbol inglés, donde los equipos intercambiaban ataque por ataque. El medio y la defensa estaban inconexos y los cuatro del fondo quedaban constantemente expuestos.

Así llegó el gol del dueño de casa. Llamativa la mala reacción de Barovero, un arquero tan seguro bajo los tres palos. Este error se le suma al tanto recibido en Paraguay. ¿Sufre los remates de media y larga distancia el hoy capitán? Esperemos que la distracción no vuelva a ocurrir.

Luego de sufrir con un par de pelotas paradas, afortunadamente se terminó el primer tiempo. River no jugaba bien y la pasaba mal. En la cabeza de Mora habíamos tenido la más clara, pero el uruguayo últimamente tiene la pólvora mojada. ‘Teo’ y Pisculichi brillaban por su ausencia.

Pero llegó el segundo tiempo y la famosa adaptación tuvo efecto. Cuando las papas queman y cuando más presión tiene sobre sus hombros, es cuando más responde este equipo. Con otro temple y la actitud ganadora de siempre, una vez más relució el carácter de River para ganar un partido muy chivo.

Casi que estaba para el cambio, pero en un segundo de inspiración cambió el partido. Hablamos de Leo Pisculichi, el de los goles importantes. Que gran campeonato viene haciendo (junto a Chiarini) el único refuerzo de este semestre. Con sus toques de calidad, su pegada y experiencia, es un jugador clave en el puntero. Tanto que después del gol(azo) se convirtió en la figura de la noche.

Con el partido ya empatado, Gallardo metió mano en el equipo y sorprendió con un cambio. Salió ‘Teo’, la gran figura del torneo, y entró Gio Simeone, que pasó a ser el 34º delantero al primer recambio en una semana. Se nota que el ‘Muñe’ la viene pegando con las sustituciones. Un minuto después de sacar al goleador colombiano, River mete el segundo y pasa a ganarlo. El ‘Chino’ Rojas demostró porque es el jugador más inteligente del plantel y, en una avivada, puso las cosas en su lugar.

A partir de allí, tuvimos la solidez de siempre y la ambición de meter el tercero por sobre los miedos de que nos empaten el encuentro. En los últimos cinco minutos, creamos tres o cuatro chances claras que no pudimos definir. Algo que no puede volver a pasar en instancias definitorias. Párrafo aparte, remarcar la muy buena actuación de Guido Rodríguez. Le surgió un inesperado competidor a Ponzio por la titularidad, y la realidad es que el pibe pide cancha. ¿Por quién se terminará decidiendo Gallardo, a falta de Kranevitter?

Este equipazo que está a un partido de romper los récords deja atrás todas las dificultades y sus rivales desfilan fecha a fecha. ¿Quién es el siguiente? Estudiantes de La Plata. Rival con el que nos vamos a cruzar también en la Copa, en unos choques que prometen ser emocionantes. Con la humildad, la mentalidad y el apoyo de su gente, parece que este River no tiene techo. A seguir igual, las alegrías vendrán solas.