River: 0 de 7, con el temple del campeón
Llegado el momento clave y determinante del semestre, River demostró que le sobra actitud y personalidad para jugar finales. La concentración y la energía que tuvo el equipo anoche era la que esperábamos que tuviera llegado el caso. Eso sí, hubo mucha actitud y poco juego. Es cierto. El partido careció de jugadas de peligro porque el local así lo quiso. Los ‘chanchos’ estaban más preocupados por no recibir goles que por hacer alguno, una característica que los define como equipo.
En cierto punto me sorprenden y hasta me causan gracia las holgadas quejas hacia el árbitro por toda la fricción que hubo en la primera semifinal. Señores, jugamos un Superclásico, no un cumpleaños. Miren cómo estarán sufriendo este 2014 los bosteros, que ¡se quejan de que River pega mucho! La frustración de Boca es enorme. No sólo salimos campeones (‘Ramirazo’ en el ‘chiquero’) y no nos pudieron ganar en las siete veces que jugamos, sino que este jueves los superamos en su terreno, en lo suyo: metiendo, poniendo y transpirando más la camiseta.
Buen planteo de Gallardo y su cuerpo técnico. El equipo jugó metido los 90 minutos, no dejó que el rival se sienta cómodo en su cancha ni permitió que explotara sus virtudes. Gran partido de la defensa, en especial Maidana y Mercado, la figura. El de Puerto Madryn estuvo feroz en la marca ante el muy publicitado Chávez. Emocionante el despliegue de Sánchez, quien jugó en Chile con su selección 48 horas antes. Hasta Pisculichi, que le metió una exquisita pelota de gol a Simeone, entendió cómo se debía jugar y fue al suelo más de una vez. En su segundo partido como titular, Gio se quedó a mitad de camino. Luego, Boyé entró con ganas pero las perdió todas.
Una lástima que no hayamos convertido un gol, pero no hay tiempo para lamentos. Esto sigue y se nos vienen dos finales decisivas en los próximos días. El domingo en Avellaneda ante Racing querrán estar todos, pero Gallardo anticipó que habrá rotación. A quien le toque jugar deberá hacerlo con la personalidad y el temple que exhibió ayer el equipo. Eso no se negocia. Cada partido define un título.
Todos esperan que nos caigamos, pero seguimos superando exámenes. Muchos nos daban por muertos en la Bombonera, pero salimos con la frente alta. Ante Racing jugaremos otra vez en campo enemigo, y va a ser difícil, pero también será una buena oportunidad para demostrar porque somos los campeones y porque le llevamos más de 40 partidos a la ‘Academia’.
El hincha de River disfruta de ser protagonista en estas instancias. No tenemos todo para perder, sino todo por ganar. Esa es la mentalidad que nos distingue y con la que tenemos que afrontar cada partido de acá a fin de año.
¡Vamos campeón, todos juntos podemos!