River: ¡Para vos, vieja!
Las madres riverplatenses no se pueden quejar. Ayer tuvieron el mejor regalo que el ‘Más Grande’ les podía dar: un 3-0 repleto de golazos y fútbol de alto vuelo. Una actuación que ya se está volviendo costumbre en este 2014. Los de abajo podrán seguir ganando e ilusionarse, pero cada vez que juega el equipo de Gallardo reciben un golpe de realidad.
Juegue quien juegue, este River tiene una solidez impactante. Y cuando el fondo tiene alguna rara desatención, emerge la figura de Marcelo Barovero. Su gran atajada de ayer es el ejemplo de lo que es un arquero de equipo grande: responde cuando lo exigen al máximo.
Ante Belgrano, se volvió a ver lo mejor de este equipo (y decían que ya nos caíamos…). Defensa firme, mediocampo que recupera y crea con facilidad, delanteros que se muestran y generan oportunidades. Un equipo que es un violín y por momentos suena como una orquesta. Sumado a todo eso, se potencia en el Monumental, donde da una importante sensación de imbatibilidad.
Vangioni demostró por que está en la selección. Llega al fondo y define, no se la saca de encima. Rojas y Sánchez se lucieron con sus asistencias, y ‘Teo’ definió el partido con toda su calidad. Puede sonar reiterativo, pero realmente este equipo tiene muchas variantes para hacerle daño a sus rivales. No exageramos cuando decimos que los demás van a tener que hacer mucho para vencernos.
Para destacar, el ‘Muñeco’ decidió darle la oportunidad a Solari, Balanta y el pibe Rodríguez. Así formó un bloque defensivo inédito en el semestre. El ‘Indiecito’ alternó buenas con malas, hasta que ingresó un lateral natural como Mercado para clausurar la zona en la que nos hacían más daño. El colombiano ocultó su falta de fútbol de la mejor manera y redondeó un buen partido. Y el volante central, en su primer partido como titular, cumplió una gran tarea. Una grata noticia para todo River, sin dudas.
La gente disfruta como hace mucho no pasaba. Semejante equipo tiene que tener su coronación a fin de año, alzando los títulos que haya en juego. La mentalidad ganadora de Ramón y el fútbol que pregona Gallardo nos hicieron volver a ser. Esto es River. ¡Qué buen regalo tuviste, vieja!