"¿Me atajan?", le pregunta 'Carlitos' Tevez a un puñado de hinchas y periodistas que lo miran desde abajo.Sin dudas, el símbolo de este Boca ha logrado retornar la felicidad perdida al barrio de La Boca.

Se le suma la alegría desbordante de Fabián Monzón, el autor del gol del campeonato. Su mujer lo mira con ternura, mientras le acomoda la medalla para que salga prolijo en una de las miles de selfies que le tomaron esta noche.

El uruguayo Alexis Rolín, celebra con sus familiares, que llegaron desde Montevideo para esta celebración.Los jugadores celebran, los hinchas festejan a lo grande. Risas, cánticos, lágrimas, referencias a River, el rival de toda la vida.

Agustín Orion les deja en claro que el grupo está unido. Que "son inventos lo que se dice". Y agrega: "Boca es uno de los clubes más grandes del mundo, y es normal que se hable todo el tiempo de este club".

Rodolfo Arruabarrena finalmente puede decir que su equipo es el campeón. Los festejos bajan en intensidad en la cancha de Boca. Después de más de una hora de celebración, el público desaloja el estadio con un destino común: el Obelisco, cita habitual después de cada estrella.

En el campo, uno de los últimos en irse al vestuario es Nicolás Lodeiro , que se saca fotos con sus familiares debajo del arco que reemplazó al que le regalaron a Martín Palermo en 2011.

El uruguayo tiene la copa y no quiere soltarla. La fiesta siguió en el vestuario, con familiares y amigos de los futbolistas.

Luego de cuatro años, Boca es otra vez campeón del fútbol argentino.

El pueblo 'Xeneize' ahora sí puede desatar la celebración.