Real Madrid le ganó el derbi al Atlético de Simeone: todos los goles
El equipo de Santiago Solari superó 3-1 al de Diego Simeone en el derby madrileño. Los goles fueron de Casemiro, Sergio Ramos (de penal) y Gareth Bale para el Merengue. Lo empató transitoriamente Antoine Griezmann.
Nota 'Marca' de España
Hoy las tertulias girarán en torno al VAR, a si la primera debía ser falta previa de Correa a Vinícius, si la segunda era falta fuera del área de Giménez., si era fuera de juego por una espinilla de Morata, si Casemiro hizo el penalti tonto que se vio en la tele y no lo detectaron los árbitros. No faltará razón para el debate encendido. Es un derbi. También se perderá un tiempo precioso en valorar un buen partido, con un Atlético orgulloso pese a sus evidentes problemas defensivas, con un Real Madrid recobrando personalidad y fútbol por minutos. Porque los derbis no son partidos para milindres, son duelos para gente cuajada.
Allí, en el Metropolitano, los blancos demostraron que son ya un equipo fiable, potente y solidario. Puede que beneficien al Barcelona si hoy gana en San Mamés, al rebasar al perseguidor más cercano. Hizo lo que debía y necesitaba, proclamar en un escenario de prestigio que está para grandes empresas. El Atlético, en cambio, ahondó en las dudas generadas ante el Betis. Ha perdido firmeza, y eso se paga en duelos tan igualados.
Conste que empezó mandando el Atlético. Se metió en el área enemiga y asfixió la salida de la defensa blanca, acorralada en su parcela. No aparecían líneas y los rojiblancos recuperaban pronto. Los problemas físicos de Rodrigo restaron temple para canalizar esos balones iniciales, que no produjeron más que una entrada desde atrás de Thomas, bien preparada por Griezmann, acabada con un remate alto.
En la alineación blanca también hubo alguna sorpresa. La primera, muy pocos cambios, tras el Camp Nou y en vísperas del Ámsterdam Arena. Entró Reguilón, muy sobrio, y se mantuvo el ataque de Solari, con Lucas auxiliando en banda derecha y Vinícius entrando por izquierda. Pero fueron los centrocampistas quienes dominaron el duelo para salir de la presión y llevar la pelota al área contraria. Eso sí, fue casualidad que el primer gol lo convirtiera un medio, Casemiro. remachó de tijera, totalmente solo en el segundo palo. Fueron Lucas, Thomas, Giménez y Morata a tapar el cabezazo de Ramos y concedieron el tanto. El Atlético no es lo que era en el juego aéreo.
La ventaja en el córner dio serenidad al Madrid y enfrió la caldera del Metropolitano, ejemplar desde el minuto de silencio-ovación por el mítico Calleja. Vinícius lo intentó sin parar. Le salió alguna, como al medirse con Godín y sacar el centro atrás, y en otras erró. Como cuando reculó y Correa le sacó la pelota. En falta, puede ser, pero blandito el brasileño. En la mejor acción del argentino, sirvió profundo a Griezmann, que flotó en la ejecución. Levantó la ceja, descubrió el túnel y metió la bola bajo las piernas de Courtois. El asistente señaló fuera de juego, el VAR revisó la acción y dio validez al tanto.
No aprovechó el Atlético el viento a favor del empate. En el retorno, Vinícius se escapó por banda izquierda y Giménez le derribó. Empezó fuera, acabó dentro. Pitó Estrada penalti y el VAR no le corrigió. Ramos se dejó de Panenkas y colocó el tiro duro junto al palo, donde mandan los clásicos. Con todo lo que se detuvo el partido, sólo se prolongó dos minutos. Una broma,
Todas las buenas sensaciones del Madrid hasta el descanso se esfumaron después. Dejó de ligar jugadas, y el Atlético encontró la forma de fijar al rival. Con Morata. El ariete jugó mucho y bien, de espaldas y de cara, primero dejando para la entrada de Griezmann -su tiro se fue junto al poste- y después buscando la suerte en solitario. Un balón largo de Giménez encontró el desmarque clásico del punta, en profundidad. Controló Morata y levantó con clase sobre Courtois. Enorme. El VAR revisó la salida del delantero y decretó fuera de juego. Por centímetros.
El cabreo rojiblanco aumentó con esa decisión y se multiplicó minutos después, de nuevo con Morata como protagonista. Controló en el área, llegó Casemiro y le metió la pierna. Ni Estrada ni el VAR apreciaron penalti en un lance que lo parecía, pero ni siquiera fue el colegiado a revisarlo al monitor. Esas cosas del videoarbitraje español.
El caso es que, entre unas cosas y otras, los atléticos dejaron de perseguir el empate con fútbol, que lo tienen. Brotaron las tarjetas por las entradas duras de Lucas, de Thomas o de Saúl, la segunda de ellas decisiva. Simeone buscó agilizar el ataque con los cambios y Solari, con sólo una permuta, se la jugó a sentenciar el partido. Le dio resultado al madridista, que como jugador jamás perdió un derbi. Bale entró por Vinícius y el galés, que tiene un cañón en la zurda, coronó la mejor jugada blanca de la continuación. Desde el pase filtrado por Reguilón, notable, la descarga de Benzema y el servicio diagonal exquisito de Modric. 1-3. Bale es perfecto para rematar un partido con espacios.
La expulsión de Thomas, en el tramo final, sólo certificó la superioridad blanca. El Atlético suma dos derrotas consecutivas que complican la Liga al máximo. Haría bien en no desengancharse. Hace un mes el Madrid parecía hundido tras caer ante la Real y hoy parece un rival cualificado para acosar al líder. Fútbol.