Después del escándalo con el Chacho Coudet, y cuando parecía fuerte la versión de su salida a Godoy Cruz, este jueves Ricardo Centurión avisó que iba a esperar hasta el final del campeonato para tomar una decisión y por la tarde envió un telegrama intimando al club.

La bomba explotó en las oficinas del club de Avellaneda justo en una semana de tranquilidad y de felicidad tras recuperar la punta de la Superliga en soledad nada menos que venciendo a Independiente en el clásico.

Pero Centurión no quiere entrenar con la reserva, situación por la que responsabilizó al manager Diego Milito, e intimó a Racing para que lo deje regresar a la Primera del equipo. Y le dio al club un plazo de 48 horas.

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“Los intimo perentorio plazos de 48 horas aclaren situación laboral, actuando con buena de contractual y cesando con el estado de incertidumbre generado por sus ilegítimas y abusivas decisiones, haciéndome saber por medios legales las razones y motivaciones por las cuales se me impide formar parte del plantel superior de fútbol de la institución y realizar las prácticas y entrenamientos con dicho plantel profesional, ajustándose así a la letra del convenio colectivo de trabajo del futbolista profesional, el contrato de trabajo suscripto y la ley de contrato de trabajo, plexo normativo que regula nuestro vínculo, cesando con ellos los graves perjuicios que vuestra conducta me genera”, dice un tramo del telegrama.