Si algo le faltaba al increíble Grupo 6 de la Copa Libertadores, era que el próximo rival de River amague con no presentarse al próximo compromiso. Cuando el conjunto argentino necesita golear, y esperar una mano de Tigres en Perú, San José de Oruro casi no viaja a Buenos Aires.

En reclamo por una deuda salarial, los jugadores del plantel profesional del equipo boliviano se bajaron del micro que los trasladaba este lunes por la noche, desde Oruro a Cochabamba, donde debían tomar un avión rumbo a Buenos Aires.

Finalmente se resolvió, a medias, el conflicto, y las partes acordaron que los integrantes de San José retomen el viaje unas horas más tarde. De todos modos, el entrenador Néstor Clausen avisó que si los dirigentes no se hacían públicamente responsables por la falta de pago al plantel, renunciaba antes de emprender el viaje.

"No voy a permitir que esta gente haga lo que ellos quieren, porque si San José no gana de local la gente se te viene encima", dijo Clausen por radio La Red.

A todo esto, y como ya había transcendido, Tigres viajó a Perú con solo 16 jugadores, es decir que ni siquiera logrará completar el banco de suplentes. Justo que River necesita una manito del equipo mexicano, que ya se encuentra clasificado y priorizará el clásico que debe enfrentar el próximo fin de semana.

Un equipo como River, que sin ganar ninguno de los cinco primeros encuentros aún tiene chances de clasificar a octavos de final; un equipo como Tigres, que se presentará con 16 futbolistas para jugar en una cancha de pasto sintético; un equipo como San José, que aún teniendo posibilidades de pasar de fase, casi no viaja a su último compromiso en el certamen continental. Sin dudas, este Grupo 6 es de locos.