Perdimos dos puntos, pero no el invicto
¡Qué suerte tienen los bosteros! La vez que teníamos en nuestras manos la posibilidad de darles una paliza futbolística, humillarlos ante toda nuestra gente y que se vuelvan al 'chiquero' con una goleada encima, Dios quiso que llueva como nunca y nos privó de jugar al fútbol. ¡Ni dos pases seguidos hubo en 90 minutos!
Evidentemente están tocados. Sólo hace falta ver lo que ocurrió en el penal… ¡al Río de la Plata la tiró Mora! El palo de Mercado y las dos ocasiones de Boyé nos dan más mala sangre aún. Ellos se atajan en la injusta expulsión de Gago (que no debió ser echado ni fue penal, lo reconocemos), pero su plan no difirió en nada. Lo suyo es defender con ocho jugadores y pegarle para arriba. ¿Cuántos bosteros habrán ido a la iglesia esta mañana a agradecer por la divina lluvia?
Realmente sorprendió bastante cómo nunca se contempló la posibilidad de suspender el partido. El director de arbitraje de la AFA, Miguel Scime, reconoció que la pelota no rodaba. "No se tendría que haber jugado", aseguró. Pero bueno, ya está. Ojalá los encontremos en una futura instancia de la Sudamericana (ya que en la Copa Argentina fueron eliminados…).
Del partido hay muy poco que analizar, lógicamente. Fue un encuentro absolutamente distorsionado por el clima, que afectó directamente al terreno de juego. Perjudicó a River y benefició a Boca. Esto, haciendo hincapié en la manera en que cada uno está acostumbrado a jugar.
Aun así, bajo esas pésimas condiciones para jugar al fútbol, River dominó el partido y tuvo más y mejores chances. De hecho, ellos tuvieron una sola además del gol. Luego de volver a verlo más tranquilo y sin tantos decibeles, podemos afirmar que el 'Millo' fue el gran merecedor de los tres puntos.
Cabe destacar que –afortunadamente– nuestro DT no come vidrio. Muy en contra de sus principios futbolísticos, entendió que el partido solo se ganaba con pelotazos y metiendo mucha gente en el área, ya que la pelota no corría al ras del piso. Es por ello que tuvo el acertado cambio de poner a Pezzella como '9'.
El gran proyecto de nuestras divisiones inferiores, el hombre de los cabezazos importantes, tomó la lanza, fue e hizo exactamente lo que le pidió el técnico: ir al área, cabecear un envío aéreo y empatar el partido. Da satisfacción ver como pibes del club ya están tan asentados en Primera y rinden de la mejor manera cada vez que se los necesita.
Ahora vamos a ver cómo nos las arreglamos para jugar cruciales encuentros en las tres competiciones sin 'Teo' Gutiérrez, Vangioni, Álvarez Balanta y el ya lesionado Kranevitter. Más que nunca se va a ver la muñeca de Gallardo para afrontar el extenuante calendario y jugarlo con un plantel tan corto como el de este River.
¡Te salvaste del papelón bostero!