El delantero picó la pelota a lo Abreu o Panenka, pero su disparo se estrelló en el travesaño y la pelota le quedó servida para despacharse nuevamente. Sin embargo, inteligente como pocos, si hubiera tocado el balón hubiera quedado todo inhabilitado, dejó pasar la pelota para que su compañero Peter Vicentia convierta uno de los tantos de la victoria.