El error es tan grosero que parece difícil que se trate de una jugada amañada para sacar rédito en las apuestas deportivas porque lo deja muy expuesto al delantero.

Es que errarse un gol  a centímetros del arco rival, sin ningún defensor a la vista, es más difícil que convertirlo, y así y todo, este delantero del torneo filipino lo hizo, generando un blooper que dio la vuelta al mundo.