Messi conducción: Barcelona ganó la Copa del Rey por tercera vez consecutiva
Los catalanes se quedaron con el trofeo español frente al Alavés de Mauricio Pellegrino, gracias a una gran actuación de la 'Pulga' que hizo un hermoso gol; los otros dos fueron de Neymar y Alcacer. Había descontado Teo Hernandez. Resultado final 3 a 1 en el estadio del Atlético de Madrid, Vicente Calderón, que de esta manera cierra sus puertas porque el 'colchonero' pasará a ser local en el estadio La Peineta. Luis Enrique cierra un ciclo muy exitoso con 10 trofeos en su poder con el 'Culé'.
Nota Marca:
La final duró lo que quiso Messi. El argentino saltó al césped del Vicente Calderón con la idea de maquillar la temporada para el Barcelona y llevó a cabo sus planes por la vía rápida. Como el mejor jugador del mundo que es, el diez azulgrana mostró su repertorio para dar el título a su equipo. Gol, asistencia y la aparición por cualquier espacio fueron el legado de La Pulga en un duelo que decidió la Copa del Rey.
Con más o menos importancia, lo cierto es que Luis Enrique echó el cierre a su etapa en el banquillo culé con una copa más debajo del brazo, algo que se celebrará más o menos por parte de los azulgrana dependiendo de lo que suceda el próximo sábado en Cardiff.
Centrados en lo que ocurrió sobre el verde a orillas del Manzanares, lo cierto es que el choque comenzó con una cierta igualada. El Alavés quiso ordenarse en su campo con dos líneas juntas y pobladas, pero a Messi le importa muy poco el planteamiento del rival.
Los vitorianos aguantaron gracias a un Marcos Llorente superlativo. El medio del Alavés estuvo en todas las zonas del campo para cortar el juego por dentro y lamentó la mala suerte de un Ibai que se topó con el poste en un lanzamiento que pasó por debajo de las manos de Cillessen. Deyverson también luchó cada balón largo, pero Piqué y Umtiti le ganaron los duelos una y otra vez.
Con un tridente formado por Neymar, Messi y Alcácer en esta ocasión, el argentino optó por dejar la banda y hacer la guerra por su cuenta. Decisión más que acertada la suya. Se metió por dentro para dar superioridad numérica a los suyos y dejar la banda a un André Gomes que rara vez aprovechó. Con sus regates en una baldosa agujereó la zaga rival y tras una pared con Neymar, Messi dio un pase a la red ante el que nada pudo hacer Pacheco. La fiesta de Leo comenzaba, pero todavía quedaban muchos invitados y numerosas cosas por ver.
No había mucha movilidad en el conjunto azulgrana, el balón quemaba si no estaba en los pies de Messi, apenas se recurría a las bandas y sólo Iniesta acompañaba a Leo para superar líneas de ataque, pero el Barça se adelantó en el marcador.
No duró mucho la ventaja para los de Luis Enrique. Theo quiso ser el último jugador con contrato del Atlético de Madrid en marcar en el Vicente Calderón y curiosamente lo hizo con una camiseta que no era la rojiblanca. Más allá del significado, la ejecución fue una obra de arte. El lateral botó una falta cerca del pico del área y puso el esférico en la escuadra. Cillessen, que no mostró seguridad en ningún momento del choque, poco pudo hacer más allá de seguir el esférico con la mirada.
El Alavés volvió al partido, pero Messi lo sacó. Primero tuvo la ayuda de Neymar en una acción que el mismo brasileño culminó en posición dudosa y segundos después, le hizo un regalo a Paco Alcácer para que el delantero también salvara su temporada. El ex del Valencia ha tenido pocos minutos, pero puede presumir de haber jugado el Clásico y haber marcado en la única final que ha jugado el conjunto catalán esta temporada.
En tres minutos se esfumó para el Alavés el sueño de toda una temporada. David se quedó con las ganas y además, Goliat tuvo tiempo para recrearse y disfrutar de lo conseguido en el segundo acto.
Así, en el segundo acto se vio como los chicos de Pellegrino trataban de inquietar la portería de Cillessen. El preparador argentino quitó la defensa de cuatro con la idea de pisar más el campo rival, pero los problemas físicos de los vitorianos y el buen hacer de los culés impidió que la distancia se recortara en el marcador.
Con Aleix Vidal regresando a los terrenos de juego, Marcos Llorente siendo el mejor de los suyos, Sobrino saliendo al verde para buscar todas las peleas posibles, Manu García cojeando e Iniesta dando muestras de que todavía le queda mucho fútbol en sus botas, el Barcelona levantó la copa al cielo de Madrid y echó el cierre a un Vicente Calderón que pasará a la historia del fútbol mundial.