Tras el inesperado empate de su equipo 3 a 3 ante Crystal Palace en los minutos finales, el uruguayo Luis Suárez, de destacada actuación en el partido y figura y goleador del campeonato con 31 goles en 37 partidos, lloró de la impotencia.

El capitán de Liverpool, el inglés Steve Gerard debió consolarlo, pero para Luisito no hubo caso, debió taparse la cara porque no podía contener las lágrimas.

A su equipo le hicieron tres goles en diez minutos, y así, quedó sólo un punto arriba del Manchester City, que tiene un partido menos. Ambos equipos se disputarán el título en la última fecha.