Costó pero llegó. El primer triunfo de Diego Maradona como entrenador de Gimnasia se dio en Mendoza, en un apasionante 4-2 sobre Godoy Cruz lleno de vaivenes emocionales y golazos de todo tipo. Víctor Ayala fue el gran protagonista de la tarde, con una pegada excelsa para dos tantos de tiro libre, y el Tomba terminó con nueve por las expulsiones de Joaquín Varela y Miguel Jacquet.

El Lobo salió ganando prácticamente desde el vestuario, ya que la apuesta de Diego como centrodelantero pagó enseguida. Leandro Contín tomó un rebote fuera del área y sacó un derechazo furioso para abrir el marcador al minuto de juego. La estirada de Andrés Mehring fue estéril, ya que la pelota fue tan esquinada que dio en su palo derecho antes de entrar. 

A Gimnasia le costó tomar las riendas del partido, y de a ratos se defendió muy cerca de Alexis Martín Arias. Sin embargo, había emociones reservadas para antes del entretiempo. Tras una falta en el borde del área del Tomba apareció la magistral pegada de Víctor Ayala. El paraguayo sacó un remate fantástico para poner el 2-0 y correr a abrazar a Diego en el banco. Sin embargo, la alegría duró poco, porque prácticamente desde el saque de medio el local hizo una gran jugada y Juan Brunetta descontó antes del descanso. 

La segunda parte era todo un desafío para el Lobo, que tenía que salir a administrar la ventaja que tanto le costó conseguir en esta Superliga. Y todo parecía simplificarse cuando Varela vio la roja por una doble amonestación. Con 10 y abajo en el marcador, Godoy Cruz no se dio por vencido. Una mala salida desde el fondo le dio la oportunidad del empate a Brunetta, que no la desaprovechó. Golazo y 2-2 para el Tomba. 

Desde entonces, todo se hizo cuesta arriba para Gimnasia. Aunque tenía un hombre más en cancha, daba la sensación de que no encontraba la manera de imponer su juego y de que podía perderlo en cualquier momento. Pero cuando todo se complicaba, volvió a aparecer la pegada de Ayala. Falta en el borde del área a los 37 minutos del segundo tiempo, segunda amarilla a Miguel Jacquet y la caricia del paraguayo para el 3-2.

El partido se quebró definitivamente y el Lobo aprovechó la primera contra que tuvo para sentenciar la historia. Fue Matías García quien se fue solo ante Mehring y resolvió con una gambeta para el medio para definir al gol y sellar el 4-2. 

Sufrido, trabajado y con sacrificio. Así llegó el primer triunfo de Gimnasia en esta Superliga. Su situación en los promedios sigue siendo muy complicada, pero con esta victoria el ánimo en La Plata está en alza. La fecha que viene recibe a Unión en el Bosque e intentará volver a sumar de a tres. 

TyC