"Así como para el gobierno militar el mundial era ocasión para mostrar hacia el exterior la imagen forzada de un país unido, trabajador y fervoroso, para distintos actores y observadores políticos locales e internacionales, se constituyó en una oportunidad singular para enfrentar a la dictadura, denunciar sus crímenes y elaborar y difundir una imagen crítica sobre la situación en el país y sobre el clima social durante el campeonato", reza la Comisión Provincial en la presentación que realizó de estos archivos.

Y remarca que "la DIPPBA recogió parte de estos materiales adscribiéndolos a una 'campaña anti Argentina' o al 'Boicot contra el Mundial' impulsado por sectores que se califica como vinculados a organizaciones subversivas".

La Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (Dippba) funcionó entre 1956 y 1998; tras 15 años de clasificación la CMP comenzó a hacer públicos los "trabajos" realizados por la Bonaerense. Y los archivos que difundió la CPMemoria reflejan las tareas realizadas en el mundo del fútbol durante el Mundial de 1978.

Allí, puede verse la principal preocupación de la policía se centraba en la posible aparición de grupos armados -“factores subversivos” los llamaba la Dictadura Cívico Militar-, durante el campeonato de fútbol mundial.

En los legajos se detalla la inquietud de los servicios de inteligencia en los movimientos que distintas organizaciones hacían durante el desarrollo de la Copa del Mundo.

Así, Dippba informó que “importantes miembros de Montoneros mantuvieron entrevistas en Suecia con dirigentes de organismos internacionales afectados a la defensa de los Derechos Humanos con la finalidad de instrumentar una campaña de acción psicológica en tal sentido, a motorizarse en oportunidad de las tareas de organización del Campeonato Mundial de Fútbol”.

En otro pasaje de uno de los informes, se advierte que “sería inminente ingreso procedente de Chile, y particularmente destino ciudad Mendoza, grupos delincuente subversivos serían cubanos, japoneses y árabes, quienes en su mayoría vendrían con pasaportes otorgados en Chile, con finalidad desarrollar actividades para sabotear Mundial 78, desconociéndose modus operandi”.

Al tiempo, destacan que "los objetivos" de la organización era “incidir e influenciar a representantes de gobiernos extranjeros un tanto afines a la ideología que profesan los grupos de delincuentes subversivos argentinos para disponer la no participación en el torneo”, entre otros.

Fútbol y drogas

“Durante el desarrollo del Mundial se incrementaría el ingreso de estupefacientes al país”, señala un párrafo apartado. Y hasta precisa que la operación se realizaría “vía Bolivia y sería trasladada a Mar del Plata, para luego ser distribuida al resto del país”.