Dejamos pasar la Copa Argentina. La entregamos. Una lástima la verdad si tenemos en cuenta que es el único título que no brilla en nuestras vitrinas. Si solo vemos el resultado, comparando la formación de uno y del otro, se dio la lógica. Si analizamos lo que ocurrió en los 90 minutos, no hubo mucha lógica y los penales no favorecieron al mejor en la cancha.

Un River plagado de pibes y de suplentes que no juegan casi nunca fue superior a un Rosario Central con sus mejores hombres. El ‘Millo’ alternativo respetó la idea madre del equipo titular: presionar arriba, jugar a uno o dos toques, triangular y usar a los laterales como salida. Pero claro, si no concretás las situaciones que tenés, a la larga se paga.

Con un ritmo de juego muy inferior al de los partidos del campeonato, a medida que pasaban los minutos la sensación era que cada vez se hacía más difícil marcar un gol. Este equipo muleto de River en la Copa Argentina se caracterizó por eso: su alarmante falta de gol. De hecho, no marcó ni uno en toda la competición. Sin los protagonistas principales en cancha, el recambio no da garantías. Todo un síntoma a tener en cuenta en los próximos dos encuentros en los que no estará nuestro goleador, Teófilo Gutiérrez.

Esta vez, los penales no nos dibujaron una sonrisa. La tercera fue la vencida. Tras salir triunfadores en las definiciones ante Ferro y Colón, la fortuna no estuvo de nuestro lado ante los ‘Canallas’.

Para rescatar y destacar fue el nivel de algunos pibes como Emanuel Mammana y Guido Rodríguez (que precisamente debutaron con la casaca del más grande), así como la confirmación de Pezzella y el buen partido de Augusto Solari. En el ‘ni’ se quedó Sebastián Driussi. Se nota que el pibe tiene categoría, pero sigue sin explotarla en cancha. Es una de cal y una de arena constantemente. Gio Simeone buscó, tuvo la suya y la desperdició. En tanto, sorprendió para mal lo flojo que estuvo Tomás Martínez. Descomprometido con el juego, casi no la tocó ni pesó en el partido. Dejó pasar una buena oportunidad.

Finalmente, Gallardo se decidió y lo de pelear las tres competencias por igual quedó en el pasado. Ahora nos esperan dos duros duelos como visitantes en Rosario y en Paraguay, por el torneo y la Sudamericana, respectivamente. Llegó el momento de definiciones, donde no hay margen de error. Lo más probable es que el domingo juguemos con la presión de recuperar la punta, ya que si Lanús le gana hoy como local a Godoy Cruz nos supera en la tabla. Será  una nueva prueba para el equipo del ‘Muñeco’, que deberá ratificar todo lo bueno hecho hasta ahora. Será una linda oportunidad para seguir callando bocas.