El brutal caso de Eric Garner, ahorcado por policías en la vía pública, volvió a despertar la furia de miles de ciudadanos en Estados Unidos. Este hombre, un neoyorquino afroamericano que vendía cigarrillos ilegalmente en Brooklyn, fue detenido por la policía que le aplicó la llave de asfixia hasta provocarle la muerte.

Tras las protestas, con algunos incidentes y enfrentamientos, la lucha contra la brutalidad policíaca llegó al deporte. LeBron James, jugador de Cleveland Cavaliers, junto a otros compañeros lucieron en la previa al partido entre los Cavs y los Brooklyn Nets unas remeras con la frase “I can’t breathe” (“No puedo respirar”).

Estas fueron las últimas palabras de Garner antes de quedar inconsciente y morir.