“Un celular y que saque todas las fotos” dijo Emilia Ferrero y desató el escándalo. Era un momento de plena euforia mundialista y a muchos les pareció desubicada la forma en que cortó la ilusión de unos nenes que solo querían una foto con su ídolo.

Las disculpas llegaron en forma de reflexión en sus redes sociales, aclarando también que se trataba de chicos conocidos -varios eran sus alumnos- y explicando que el hecho se dio a las dos de la mañana.

¿Le alcanzará para revertir la mala imagen que dejó?

Ampliar contenido
Tweet de ElNiño