La Justicia puso freno al millonario negocio del Pro con los terrenos de Casa Amarilla
El juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteño Guillermo Scheibler dispuso este viernes la "paralización absoluta de cualquier tipo de tarea de ejecución" de las obras previstas por Boca Juniors en los terrenos de Casa Amarilla, cedidos por el gobierno de la Capital Federal durante el mandato de Mauricio Macri.
El nuevo predio que Boca inauguró en Ezeiza no es la única mancha que la actual dirigencia del club de la Ribera tiene en su prontuario, con el Gobierno de la Ciudad como socio. Este viernes, el magistrado ordenó al gobierno porteño que "suspenda el trámite de aprobación de los planos que hubiese presentado el Club Atlético Boca Juniors respecto de los inmuebles objeto de la licitación pública de la Corporación Buenos Aires Sur S.E.".
El día 25 de febrero de 2016 se adjudicó la licitación pública al Club Atlético Boca Juniors que implicaba la venta de las tierras de Casa Amarilla y el 14 de abril del mismo año se celebró el respectivo contrato. Las tierras fueron vendidas en 180.600 millones de pesos.
Se trata de una causa en la que se investiga la presunta "inconstitucionalidad y la ilegalidad de la venta de los terrenos" de Casa Amarilla "y la intención de construir allí un estadio shopping".
El fallo detectó que la venta de los terrenos se produjo "sin aprobación de la Legislatura" y, además, "el proyecto no respeta el Código de Planeamiento".
La acción judicial, impulsada por el Observatorio del Derecho de la Ciudad y la ONG La Boca Resiste y Propone, detectó también que "no se respetó el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental que corresponde a las obras que tienen impacto ambiental con relevante efecto".
El detalle de las ilegalidades que detectó el juez Scheibler:
1. Venta de tierra pública sin aprobación de la Legislatura: El artículo 82 de la Constitución de la Ciudad establece una mayoría calificada de dos tercios del total de los miembros de la Legislatura para aprobar “la disposición de bienes inmuebles de la Ciudad” (inciso 4°) y que dicho cuerpo colegiado “no puede delegar sus atribuciones” (artículo 84, CCABA). De las constancias de la causa no consta que tal recaudo constitucional hubiese sido satisfecho respecto de los bienes objeto de la causa judicial.
2. El proyecto no respeta el Código de Planeamiento: Las características del proyecto aprobado (Plan integral urbanístico de interés social, turístico, cultural y educativo en una superficie de 32.545 m2) por el GCBA y para el cual se habrían transferido los inmuebles en cuestión al Club Atlético Boca Juniors, no son compatibles con la zonificación que tienen las manzanas por el Código de Planeamiento (uso residencial con alto grado de densificación).
3. No se respetó el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental que corresponde a las obras que tienen impacto ambiental Con Relevante Efecto: Los predios se encuentran en un polígono que fue expresamente declarado por el legislador en “Emergencia Urbanística y Ambiental” por medio de la ley N° 2.240 y que el propio contrato celebrado entre la CBAS y el Club Atlético Boca Juniors prevé que queda a cargo de éste “la resolución del pasivo ambiental que pudiera existir” en los inmuebles.
Frente a esta situación se declaró que el proyecto tiene impacto ambiental Sin Relevante Efecto sin tener en cuenta el efecto acumulativo de todas las actividades.
Tampoco se respetó el artículo 13 de la ley N° 123 en tanto dispone que las “actividades, proyectos, programas y/o emprendimientos” se presumen como de Impacto Ambiental con relevante efecto “las actividades o usos a desarrollar en áreas ambientalmente críticas” (inciso m). De esta forma se cercena el derecho colectivo de participación ciudadana en la instancia que a tal fin se prevé (art. 30, CCABA; art. 20 ley 25.675).
El descargo de la organización política "La Boca Resiste y Propone":
“Hoy nos toco una gran victoria frente al poder desmedido de algunos que en vez de un barrio y sus vecinos, solo ven oportunidades de negocios. Nos toca ahora seguir luchando para decidir entre todos el destino de esas tierras. Porque creemos que los campitos de Casa Amarilla representan la posibilidad de garantizar los derechos de nuestros vecinos y no los negocios de unos pocos. Las tierras son de los vecinos y somos los vecinos los que debemos decidir qué hacer con ellas. No queremos un estadio shopping ni ningún negociado que deje afuera las necesidades de nuestro barrio. Nos Resistimos la construcción de un Estadio Shopping y a que no se respete ni se consulte el futuro de nuestro barrio y Proponemos ser nosotros juntos y entre todos los que decidimos el destino de los campitos”.