La historia política detrás de la novela del contrato de Tévez
Los cruces mediáticos con dirigentes del club hicieron que el Apache no se sienta querido y su posible salida suena cada vez más fuerte. La única motivación del jugador para quedarse son las ganas de querer levantar la séptima Copa Libertadores.
Se vienen días decisivos que determinarán el futuro de Carlos Tévez en Boca. Al parecer, el tema ya no pasa por lo económico o de la extensión de su contrato, sino de una cuestión personal.
Su cruce mediático con Jorge Bermúdez, miembro del Consejo de Fútbol de Juan Román Riquelme, le hicieron sentir que los dirigentes del club no lo quieren. Desde ese momento, las negociaciones entre Boca y el representante del Apache, Adrián Ruocco, se encuentran estancadas.
Los antecedentes de Carlitos demuestran que no le tiembla el pulso a la hora de marcharse en caso de no se siente cómodo. Ya lo hizo en Boca en 2004 y 2016. El único motivo que podría retenerlo son sus desesperadas ganas de levantar la séptima Copa Libertadores.
“Carlitos va a evaluar las condiciones y definirá. Quiere saber si va a ser feliz o no”, aseguró a Olé una fuente muy cercana al jugador, que el martes pasado se entrenó por última vez con el plantel vía Zoom ya que se tomará un tiempo para definir su situación.