Nazi Paijidze, campeona de ajedrez de Estados Unidos anunció a través de sus redes sociales que no va a dar el brazo a torcer con su propósito, que como mínimo, le podría costar no participar del próximo campeonato que se va a realizar en Irán. 

Nazi, se niega a competir en el mundial femenino de ajedrez, si es obligada a cubrirse la cabeza con el velo islámico o hiyab. "No llevaré hiyab ni apoyaré la opresión de las mujeres, incluso si supone perderme una de las competiciones más importantes de mi carrera", ha declarado Paikidze en su cuenta personal de Instagram.

Esta movida que realizó la joven actual campeona, va dirigida  contra las restricciones que imponen las leyes iraníes a las mujeres y por esa razón, le exige a la Federación Mundial de Ajedrez (FIDE) que reconsidere la decisión de celebrar el Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino en Teherán.

La jugadora argumenta que si la FIDE reafirma que se jugará el campeonato de ajedrez femenino en aquél país donde hay una terrible opresión hacia las mujeres, estaría rompiendo con el principio de la Federación, ya que su principio es "rechazar la discriminación política, religiosa y sexual", tal y como reconocen las reglas internas. También alerta a las deportistas que viajen a Irán y se nieguen a cubrirse el pelo, se enfrentan a multas y penas de prisión, y que la libertad de expresión se ve limitada durante su estancia en el país. 

Por esta razón, comenzó con una campaña a través de la web Change,org para "terminar con la opresión de las mujeres en el mundo" y en claro rechazo por la decisión de la Federación Mundial de Ajedrez.  "Esto es más que una prueba; es una lucha por los derechos de las mujeres", agregó. 

En esta cruzada por los derechos de las mujeres, opinó que en "Irán, los derechos de las mujeres están gravemente restringidos", y que las jugadoras clasificadas para competir en el próximo mundial tendrán que elegir entre sus aspiración o la protección de "sus libertades civiles y sus vidas". 

Paikidze alega que las normas iraníes suponen varias violaciones de los principios que sigue la FIDE, incluidas las reglas de vestuario para las jugadoras femeninas, las restricciones a la libertad de expresión y el hecho de que varios países como Estados Unidos, Canadá y Reino Unido cuentan con alertas que recomiendan a sus ciudadanos no viajar a Irán. “Los participantes [en el campeonato] estarían trasladándose allí bajo su propio riesgo”, afirma el comunicado de la campaña.

Ante esta situación, Paikidze le exige a la federación que cambie la sede del campeonato o tome medidas para garantizar que el uso del hiyab sea opcional y que no habrá discriminación contra ls mujeres. 

La Fide respondió que Irán fue el único país candidato a celebrar el Campeonato del Mundo femenino y que no ha recibido ninguna protesta relacionada con las leyes iraníes que deberán cumplir los deportistas mientras compiten. 

 Su campaña ha recibido ya el apoyo de más de 9.000 firmantes, incluido el ajedrecista ruso y campeón del mundo Gari Kaspárov, que también es un activo defensor de los derechos humanos.