El partido entre Colo Colo y Bernechea transcurría sin mayores incidentes, ni en la cancha ni en las tribunas. Hasta que más de 20 policías ingresaron al sector donde estaba ubicada la barra brava de Colo Colo –conocida como la ‘Garra Blanca’-, para quitar una bandera.

Esto generó una violenta reacción por parte de los hinchas que derivó en una batalla campal contra los carabineros, que continuó hasta afuera del estadio. Allí, los barras arrojaron todo lo que encontraban a su paso, incluso un puesto de comida rápida.

El organismo rector del fútbol chileno, la ANFP, rechazó la violencia en el estadio llamado coliseo ñuñoíno, al afirmar en un comunicado que "aunque aislados y protagonizados por unos pocos individuos, que definitivamente no son hinchas del fútbol, aunque digan serlo, estos hechos entorpecen que el espectáculo que nuestros clubes asociados brindan resulte en el objetivo que persigue la ANFP: que los estadios sean escenarios de la alegría y de la entretención que merece la familia chilena".