Kobe Bryant está tan feliz con sólo jugar al básquet que parece no importarle que su casi segura última temporada en la NBA vaya a ser otra campaña de transición para Los Angeles Lakers.

A sus 37 años, disputó 12 minutos y marcó cinco puntos en un amistoso de pretemporada que marcó su retorno tras nueve meses luego de una lesión en el hombro derecho. Esta fue la tercera grave en menos de dos años.

Cabe recordar que en abril de 2013 Bryant se rompió el tendón de Aquiles y al inicio de la temporada 2013-2014 se fracturó un hueso en su rodilla, por lo que sólo disputó seis partidos de aquella campaña. En enero, una lesión en el hombro le impidió volver a jugar con los peores Lakers en los 67 años de historia del equipo.

"Simplemente jugar el partido que tienes por delante. Ser capaz de hacer eso ya significa mucho a esta edad", afirmó Bryant en una entrevista con el diario USA Today publicada este martes. "Me gustaría jugar todo el año entero", agregó ‘Black Mamba’ antes de una temporada en la que deberá hacer de mentor y en la que encara un "territorio inexplorado".

"No estoy seguro de cómo medir a este equipo. Los playoffs son siempre un objetivo", dijo aún en la primera fase de la preparación. "Hay muchas preguntas por contestar", añadió el cinco veces campeón de la liga.

Ya no habla del ansiado sexto anillo y apenas se atreve a mencionar los playoffs como meta para la campaña que comienza el 28 de octubre, la última de su contrato, en la que ganará 25 millones de dólares y será el jugador mejor pago de toda la NBA.

Ya hace tiempo que ni Bryant ni los Lakers son los que fueron. Los últimos granos de arena caen en el reloj y el sexto anillo que lo igualaría a Michael Jordan es un sueño. Para su consuelo, en diciembre del año pasado al menos lo superó como el tercer máximo anotador de la historia de la NBA.

Los Lakers, segundos máximos campeones de la liga con 16 títulos, fracasaron de nuevo a la hora de incorporar a alguna de las estrellas que quedaban libres. Ni el español Marc Gasol ni LaMarcus Aldridge llegaron a California. Tampoco un año antes pudieron atraer a LeBron James, Carmelo Anthony o Kevin Love.

El gigante Roy Hibbert es ahora el principal refuerzo junto a los prometedores Julius Randle, lesionado a comienzos de la pasada temporada, Jordan Clarkson y D'Angelo Russell, elegido como número dos del draft.

La ilusión futura de los Lakers pasa paradójicamente por la despedida de Bryant tras 20 temporadas, récord en la liga para todas las franquicias. Al final de la próxima campaña aumenta el límite salarial por el nuevo contrato televisivo y todos sueñan con convertir a Kevin Durant en la nueva imagen del equipo.