Crucero del Norte le ganó 3-1 a un deslucido Independiente, al cual no se le cayó una idea ni desde lo futbolístico ni desde lo táctico. A los tres minutos del primer tiempo Diego Calgaro había abierto el marcador para los locales pero Daniel Montenegro, a través de un tiro libre magistral, decretó la igualdad. Sin embargo la alegría duró once minutos: Ernesto Alvarez, con otro cabezazo, aumentó el marcador y el propio delantero selló la placa a los 35 del complemento.

El tanto inicial le había dado cierta tranquilidad a los locales, que jugaban con la desesperación del Rojo. Sin embargo, el partido se emparejó en cuanto a situaciones y control de la pelota promediando la etapa inicial a partir del grito del capitán rojo. Pero, a través de dos grandes maniobras colectivas, Crucero aumentó la ventaja que lo ubica en puestos de ascenso directo a la Primera División del fútbol argentino.

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