En el primer partido de la liga suiza de fútbol, el futbolista del Young Boys quiso despejar la pelota pero terminó clavándola en el ángulo de su arco.

Afortunadamente para él, su equipo se recompuso del golpe y logró empatar el partido. El resultado final fue 2-2 ante St Gallen.

Sin duda, es uno de los candidatos a los mejores goles en contra de la historia del fútbol.