El socorrista había descendido de una camioneta de la organización para despejar la zona, producto del despiste que había sufrido el auto de Leandro Olmos, y fue atropellado por otro vehículo fuera de control.

La muerte de Ortega provocó la suspensión de la competencia y desnudó las falencias, desinteligencias y ausencia de capacitación que se ofrecen en las categorías menores del automovilismo argentino.

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