Bayern Munich sufrió este martes ante el Schalke 04 por la 19º fecha de la Bundesliga, pero logró llevarse una igualdad a pesar de haberse quedado con uno menos a los 17 minutos del primero tiempo, tras la expulsión de Jerome Boateng.

El partido no era fácil para el equipo de Josep Guardiola, y por eso fue que el entrenador estalló cuando a los 20 minutos de la parte final le anularon un gol. Las protestas se hicieron oír, aunque 60 segundos más tarde, Arjen Robben abrió el marcador, y llegó la felicidad.

‘Pep’ se volvió loco en el festejo, y en medio de la alegría, se abrazó con el cuarto árbitro, quien primero esbozó una sonrisa, aunque enseguida se sacó de encima al entrenador, intentando mantener la seriedad.