Hace poco más de un año, Emmanuel Gigliotti vivía una de las tardes con las que sueña un goleador que se pone la camiseta de Boca. Con un gol suyo, el equipo entonces dirigido por Carlos Bianchi le ganaba a River en el Monumental y festejaba.

Pasó el tiempo y el destino lo puso a doce pasos de la gloria pero Barovero lo dejó como el villano de la película: "Pensé dos noches seguidas en el partido con River, no tengo nada que reprocharme", reveló.

El delantero volvió a hablar ocho días después de la eliminación de la Copa Sudamericana y fue claro: "Tenía la confianza necesaria para el penal. Después de errarlo, no me agarró un bajón. No me salió esquinado como quería", contó en declaraciones a Radio La Red.

Hace unos días, en los alrededores de La Bombonera se pudieron observar pasacalles que lo responsabilizaban por la derrota copera: "El hincha de verdad me apoyó bastante", soltó. Y agregó que "no tengo que creerme que soy el más hijo de puta, ni el culpable de todo, estoy tranquilo".

Por último, Gigliotti se encargó de remarcar que está bien desde lo anímico: "Yo estaría caliente conmigo mismo si después del penal me hubiera caído. Y al contrario, siempre intente", expresó el delantero de Boca que será titular el domingo en La Bombonera ante Gimnasia.