El seleccionado nacional no jugó su mejor partido y le costó mucho superar a Suiza. Pese a ello, sobre el final del alargue convirtió el gol que necesitaba y ganó justamente.

El día después a la clasificación a cuartos, amanecimos con las cargadas de los torcedores brasileños. Así es. A pesar de que ganamos, los locales en este Mundial se atreven a gastarnos con afiches donde se burlan de nuestros jugadores.

Al parecer, pagar una entrada para alentar a Suiza no les alcanzó. Por ello, buscan otra manera de desestabilizar a nuestros futbolistas.

¿Qué quedará para sus garotos, que lloraron y rezaron para ganarle a Chile por penales en el Mineirao?