El conflicto entre Israel y Palestina no deja afuera al fútbol, sino que el deporte es otro de los focos donde se expresa lo peor de una guerra en la que de un lado se está perdiendo absolutamente todo y del otro, solamente la localía en la Copa Davis.

El periodista Gustavo Veiga, escribió el domingo una nota, titulada Los escombros del fútbol palestino, en la que expresa lo que está sufriendo el fútbol palestino debido a los ataques de Israel:"El principal escenario deportivo de Gaza ya había sido bombardeado el 18 de noviembre de 2012. El ejército de Israel llegó a suspender partidos entre jugadores juveniles con el objetivo de desplazarlos hacia otro lugar, al igual que a los espectadores".

Además de las restricciones para que los jugadores viajen y las suspensiones de partidos que le darían a Palestina roce internacional: "En 2011 fueron cancelados tres partidos internacionales con Zambia, Gambia y República Centroafricana por presiones de Israel. Un subcontratista de origen jordano enviado por la FIFA para evaluar las condiciones de varias canchas de césped artificial fue demorado en noviembre pasado. En diciembre de 2012, no pudieron ingresar a Palestina varios futbolistas iraquíes. Al vicepresidente de la Federación Palestina de Fútbol le impidieron salir de Gaza. A integrantes del seleccionado nacional palestino les ocurrió otro tanto cuando quisieron jugar un amistoso con Mauritania el 11 de agosto de 2010. Las restricciones también afectaron varias veces a atletas olímpicos".

Tal vez el caso más resonante es el de Mahmud Al Sarsak, promesa del club Rafah, de la Franja de Gaza, quien terminó tres años preso cuando intentaba jugar para la selección palestina y tuvo que hacer una huelga de hambre por 96 días para que lo liberen.