Fontanello: "Jamás podré olvidar lo vivido en Kiev"
El futbolista Pablo Ezequiel Fontanello, argentino que juega en el club ucraniano FC Chernomorets Odessa, afirmó que vivió con incertidumbre y mucho miedo los enfrentamientos de la última semana en Kiev.
"Seguimos todo por los noticieros y la situación era muy fea, los enfrentamientos, los muertos. Lo viví con miedo porque no sabía si iba a llegar a esta ciudad", explicó Fontanello, en una entrevista con Radio Francia Internacional (RFI).
"Nunca había visto algo parecido, pero por suerte estoy lejos. Odessa se encuentra a 500 kilómetros de Kiev y de la plaza del Maidán, el epicentro de las peleas", agregó el futbolista que en Argentina jugó en Deportivo Español, Tigre y Gimnasia y Esgrima La Plata.
Según el futbolista, sus compañeros de equipo ven con incertidumbre el futuro del país y la situación económica Odessa, ciudad y puerto frente al Mar Negro de un millón de habitantes en el sureste del país, era considerado uno de los bastiones del depuesto presidente, Víktor Yanukóvich.
Inclusive, en las últimas semanas, decenas de micros salieron de Odessa para llevar a Kiev a simpatizantes del depuesto mandatario.
"De aquí salían micros cargados de gente para sumarse a las manifestación pro gobierno, varios han muerto, pero tampoco se sabe mucho", agregó Fontanello.
"Por suerte -relató- solo fue en Kiev y el presidente, que hizo cosas lamentables, se fue. Pero sobre todo, la policía no maltrata a los manifestantes ni agrede a los civiles, el pueblo y el Parlamento se pusieron de acuerdo y esperemos que esto siga en calma, porque se ve a la gente mucho mas contenta", aseguró el futbolista nacido en Lincoln.
"En el plano económico todo es muy complicado. El dólar y el euro se fueron muy arriba y la gente esta enojada. No se puede sacar plata de los cajeros, todo aumentó mucho, pero a nosotros no nos afecto en nada", expresó el defensor de 27 años.
Finalmente, confesó la preocupación de su familia y cómo, cotidianamente, debió calmar a sus seres queridos que viven en Argentina en cada comunicación telefónica.
"En Odessa hubo solo dos manifestaciones pacíficas, donde la policía no salió a pegar. Pero si aquí se hubiera complicado las cosas, no hubiese dudado en agarrar a mi familia e irnos por unos días", afirmó.