El Obelisco porteño suele ser un lugar de festejos. Esta vez le tocó a River, que se consagró campeón de la Copa Sudamericana, y enseguida sus hinchas colmaron el centro de la Ciudad de Buenos Aires.

Los ‘millonarios’ se acercaron al monumento histórico de a poco, hasta que quedó totalmente teñido de rojo y blanco. Una multitud celebra esta nueva obtención, la segunda del año, y la alegría del mundo riverplatense se hizo sentir en la Ciudad.

Bocinas por todos lados. Banderas, camisetas de River, cánticos, baile, gritos. Todo vale a la hora de un festejo que promete extenderse hasta altas horas de la madrugada.

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