Un incidente poco frecuente en el fútbol sucedió este viernes en una nueva fecha del Brasileirao, en el partido disputado entre Fluminense y Gremio.

Más allá del resultado y los goles, el lateral izquierdo Marcelo y su entrenador, Mano Menezes, fueron los grandes protagonistas del encuentro por el tenso cruce que tuvieron sobre la línea de cal, al borde del campo de juego.

En los minutos finales del encuentro en el Maracaná, Menezes se molestó por algún comentario inapropiado del jugador respecto a los pocos minutos que quedaban para terminar el partido. 

El técnico, luego del entredicho con el exReal Madrid, gritó: “No entra".