Lionel Messi fue sancionado con tarjeta amarilla por el árbitro David Fernández Borbalán durante el partido con el Levante, por considerar que demoraba el juego, pero el tribunal de disciplina decidió quitarle la amarilla, ya que en las imágenes se observa que el diez fue agredido con un botellazo, luego del festejo de gol de Sergio Busquet.

El Comité de Competición había mantenido la tarjeta ante el primer recurso que presentó el Barcelona, pero el Comité de Apelación se la retiró después de analizar el vídeo de la acción. "De esta secuencia no se desprende una pérdida deliberada de tiempo, sino una reacción normal en quien ha sufrido el vandalismo del espectador", consignó el organismo en su informe.

De esta manera, Messi llega más liviano de amarilla al choque del Barcelona por la Liga (es escolta a dos puntos de Real Madrid), que será en la Fecha 15 ante Espanyol como local este domingo a las 13 horas de argentina.